Como hemos visto, tipos de meditaciones hay muchas y cada una de ellas busca un resultado específico. En este artículo exploraré las meditaciones con visualización.
Cuando queremos atraer a nuestra vida una experiencia concreta, en general sabemos que muy posiblemente hemos de enfocarnos y trabajar duro para lograrlo. Y aunque es verdad que la acción es muy importante, lo es más que estemos seguros de que eso que buscamos se adecúa a lo que realmente somos. Es decir, yo puedo enfocarme y trabajar por una promoción en mi empleo, y cuando lo consigo luego de un tiempo, descubro que no me siento tan cómoda en esa posición, ¿qué paso? Quizá la nueva promoción tenía para mi un significado racional y social, sólo creí que necesitaba avanzar y no se ajusta a mis verdaderos deseos sobre mi quehacer profesional, o bien, quizá el trabajo y el tiempo requerido para lograr la meta me resultó incómodo y frustrante. En todo caso, lograrlo no supuso una alegría.
Las emociones son el resultado de los pensamientos y estos contienen creencias, ideas, expectativas, experiencias, hábitos y deseos, por tanto, cuando surge una emoción placentera es una indicación de que se ha alineado todo lo anterior con el pensamiento que estoy teniendo, y, por el contrario, si surge una emoción abrumadora, indica que una parte de ese pensamiento no está alineado. ¿alineado con qué? Con el verdadero YO, o esencia, lo que somos realmente fuera de condicionamientos externos.
Para que una visualización sea efectiva deberá sentirse alineada a tus pensamientos y a tus emociones, será necesario que esta visualización te haga sentir alegría y libertad. De lo contrario, indicará que hay una parte de lo que quieres manifestar que no es consecuente con lo que realmente deseas.
Los ingredientes necesarios para su eficacia son: un pensamiento libre de obstáculos y una emoción elevada (alegría, placer, libertad, amor, emoción…)
Ahora bien, hay muchas técnicas de meditaciones con visualización, algunas nos llevan a través de la inducción a desconectarnos del cuerpo y el entorno para trabajar a través de la esencia con lo que se ha llamado “el campo de posibilidades” y que en otras escuelas de pensamiento sería la mente primordial, es decir, aquella que no depende de los procesos ejecutivos de nuestra mente racional. Otras técnicas se basan en la respiración para conectar con el inconsciente y desde ahí cambiar programas mentales/emocionales, o bien, otras donde la visualización ayuda a aclarar la mente, conectar a la creatividad, descansar el cuerpo, llevarnos a estados de quietud o incluso cambiar hábitos.
Es importante entonces, que tengas claridad de lo que quieres trabajar para poder elegir la técnica correcta. En internet hay colgadas muchas meditaciones con visualización para diversos fines, sin embargo, si tienes dudas sobre la que es correcta para ti, conviene que te acerques a alguien que conozca el tema y te pueda ayudar a elegirla.
Como pasos previos a una visualización, también conviene estar calmados para que sea más fácil detectar sensaciones, pensamientos y emociones que puedan bloquear el desarrollo de la visualización y por tanto su eficacia, o bien, podamos identificar si los pensamientos y las emociones están o no alineados con nuestro propósito.
Recuerda que, si hay una sensación desagradable, un pensamiento negativo o una emoción discordante durante la visualización, significa que no estás alineado con tu propósito real y hay que hacer un trabajo previo para alinear pensamientos, emociones y sensaciones. Sabremos que estamos alineados cuando la visualización se desarrolla con claridad y fluidez, y las emociones que sentimos son elevadas.
Otro aspecto fundamental en las meditaciones con visualización, es el agradecimiento. Si durante una visualización sientes agradecimiento sobre lo que ves y sientes, las posibilidades de la materialización de aquello que visualizaste son mucho mayores porque la vibración energética del agradecimiento es muy elevada, conecta con el amor, la paz y la claridad. Asi, que cuando termines tu visualización, mantente unos minutos en agradecimiento para impregnar tu mente, cuerpo y emociones de esa energía.
Y luego, suelta, mantente unos minutos en silencio, sintiendo, dejando que se integre la experiencia en el cuerpo, la mente y el estado emocional. No hay nada más que hacer. Y cuando estés listo, mueves el cuerpo y abres los ojos.
Una vez que terminas una meditación con visualización, trata de no pensar en ella y mantente sintiéndote bien haciendo cosas que disfrutes.
Lo que solicitaste en tu visualización encontrará maneras perfectas de manifestarse. Confía en ello.
20/10/24