Cuando hacemos una revolución personal y hemos limpiado la casa, comienza entonces otra etapa: la curación.
Se han movido emociones, se han tomado decisiones y se han llevado a cabo acciones, y eso nos deja cansados y quizá un poco desordenados.
Es necesario entonces, volver a equilibrar, volverá a armonizar, en nuestra nueva etapa de vida.
Es como volver a decorar la casa luego de una limpieza profunda donde hemos abierto clósets y cajones, y hemos tirado o regalado lo que ya no necesitábamos o nos estorbaba.
Y esa nueva decoración se lleva a cabo ahora, con suavidad y armonía, disfrutando lo nuevo y equilibrándolo con lo que se quedó.
Es un periodo en donde nuestras decisiones y acciones son moderadas y fluidas.
Y esa es la curación.